Tengo miedo a la muerte. Todas las noches voy a la habitación donde duerme la señora a la que cuido para supervisar que respira. Qué alivio.
Y bien…¿cómo te quedas tras leer el sentimiento de miedo de Fatiha? Sin palabras, ¿verdad?
Las cuidadoras de personas mayores sienten emociones muy diversas a lo largo del día. Y fuertes, intensas.
En ARGO consideramos esencial crear espacios de desahogo y aprendizaje para nuestras cuidadoras. Porque ellas son una pieza clave de nuestro quehacer profesional.
El pasado viernes 5 de Noviembre se celebró el Día internacional de las personas cuidadoras y fue la fecha idónea para abrir nuestra Escuela de Cuidadoras con un curso esencial.
Trabajamos el Autocuidado, poniendo el foco en el Autocuidado Emocional.
Las 4 emociones que las cuidadoras de personas mayores más sienten son:
- Miedo
- Alegría
- Tristeza
- Enfado
En este curso trabajamos la importancia de cuidarnos a nosotras mismas para poder cuidar bien a los demás.
Poner límites o pedir ayuda es fundamental
Aprendimos técnicas para identificar y realizar una gestión adecuada de las emociones que nos surgen en el trabajo. Y para ser nuestra propia medicina. Pusimos énfasis en la relajación, tan necesaria para afrontar los días con serenidad.
Fue un día especial por varios motivos, pero sobre todo, porque todas pudieron expresas sus emociones y experiencias, y se sintieron comprendidas por sus compañeras. Se empezó a formar la tribu ARGO.
Contar lo que sentimos a veces es difícil pero, ¡qué bien sienta!
Os dejamos a continuación algunos testimonios de las cuidadoras a domicilio que están en primera linea:
- Dounya nos comenta que siente felicidad cuando los abuelos a los que cuida sonríen.
- Chafia nos confiesa que siente miedo cuando le llaman por teléfono en horario laboral.
- Fatiha también siente miedo por las noches a que la persona a la que cuida fallezca.
- Lili y Soraya sienten tristeza al saber que no pueden hacer más de lo que hacen, y que determinadas enfermedades son irreversibles.
- Hanane se enfada cuando el abuelo no se quiere duchar. Es hora de respirar y tener paciencia para convencerlo.
- Latifa siente alegría cuando pasea y canta con la abuela a la que cuida, y también tristeza al dejar algunos trabajos por ser temporales. Cuenta que coge mucho cariño a las personas.
Agradecemos a todas las participantes por ser y estar 🙂 Y os mostramos algunas fotos que quedan para el recuerdo de un día inolvidable.
¡GRACIAS A TODAS! ¡REPETIREMOS EN BREVE!
Sara y Lorena, directora y coordinadora de ARGO