“Estoy helada” o “No entro en calor”, ¿te suena?
Seguro que conoces a mucha gente mayor que en invierno lo pasa realmente mal. Aún estando en casa, no consiguen sentirse bien.
Como suelen decir ellos, “se me mete el frío hasta en los huesos”…y es que esta frase es verdad.
No es que las personas mayores sean unas quejicas, ni muchos menos.
Todo esto tiene una explicación y quiero que lo comprendas, para que a partir de ahora, entiendas a tu madre o a tu abuela en las épocas invernales.
En edades avanzadas la piel sufre un adelgazamiento, esto conlleva a que los receptores cutáneos encargados de la regulación de la temperatura pierdan su eficacia en sus funciones.
Por esto, sienten mucho más el frío que un joven o un adulto.
El frío en personas mayores, es causante de la aparición o el agravamiento de algunas enfermedades tales como:
- Gripe
- Dolores musculares y óseos.
- Artrosis
- Reumatismo.
- Problemas respiratorios.
- Hipotermia.
Además, el frío también tiene consecuencias a nivel psicológico y emocional. De ahí la frase de que “el frío congela hasta el alma”…pues sí.
Las personas mayores en invierno se sienten más tristes y con menos motivación.
Esto es porque, en gran medida, salen menos a la calle e interactúan socialmente con menos personas.
Como familiares o cuidadores no podemos dejar que esto ocurra.
¿Y cómo lo hacemos? Aquí te dejo estos consejos muy útiles.
Ten en cuenta el grado de autonomía de la persona mayor.
Si se vale por sí misma, le debes recordar estas recomendaciones, pero si presenta dependencia, debes tomar la iniciativa para llevarlas a cabo.
KIT DE SUPERVIVENCIA AL FRIO PARA PERSONAS MAYORES
- MANTENER EN EL HOGAR UNA TEMPERATURA ADECUADA: usando la calefacción, mantas, saquitos térmicos de semillas u otras prendas que nos ayuden a mantener el calor en casa.
- TENER LAS ARTICULACIONES Y EXTREMIDADES CALIENTES: si tienes frio en los pies o en las manos, sientes frio en todos el cuerpo, ¿a que si? Es una excelente idea realizar masajes en las piernas, pies y manos, para ayudar a la buena circulación y al mismo tiempo, aportando calor.
- HIDRATAR LA PIEL : el frío y las bajas temperaturas secan la piel y, por ello, hay que hidratarnos cada día con nuestra crema favorita, y además, si huele bien, es un placer.
- SEGUIR CON LA RUTINA DIARIA: en invierno debemos adaptar la rutina pero en ningún caso, perderla. Salir a pasear al mediodía, ir a comprar el pan, esperar a tus nietos a la salida del colegio… Y por las tardes, tener entretenimientos en casa, como hacer ejercicios de estimulación cognitiva y física; leer libros de lectura fácil o hacer rosquillas. Según tus gustos, ¡diviértete a tu manera!
- PASEAR EN LAS HORAS DE SOL: el sol es una medicina excepcional. Aporta grandes beneficios a nivel físico y psicológico. Los baños de sol son esenciales. Aprovecha tu paseo en las horas de sol. Te sentirás renovado.
- EVITAR LA SOLEDAD: la soledad es la peor enfermedad de todas. Sal a la calle, sigue asistiendo a clases de gimnasia o memoria, queda con tus amigas a tomar café o juega a las cartas en el hogar del jubilado. Debes hablar, expresarte…esto es vital para tu buena salud.
¿Qué opinas? Seguro que estos sencillos tips te sirven para inspirarte, tener paciencia con tus familiares mayores y hacerles el invierno más fácil.
¡Gracias por leernos!